Porfirio Díaz llego al poder como muchos de los caudillos dicemonicos, por medio de las armas. Incluso, pudo haberse pensado que la llegada de Díaz a la presidencia sería una más que terminaría, tarde o temprano, con otro levantamiento militar. La rebelión de Tuxtepec triunfo gracias a un enorme apoyo popular, sumado a la innegable habilidad militar y política de su caudillo, y la llegada de Díaz fue considerada, en su momento, como el triunfo del liberalismo radical y popular derivado de los abusos cometidos por Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada.
Desde que llego a la presidencia, Díaz uso la fuerza contra sus enemigos políticos: generales sediciosos, indios, bandoleros y contra cualquier sospechoso de conspirar. En sus palabras valía más prevenir un desorden que combatirlo después de haber estallado. Así, de 1877 a 1879, el ejército federal puso fin a las ultimas sediciones lerdistas, a los levantamientos militares regionales en Chihuahua, Veracruz, Tepic, entre otros; persiguió y sometió a los apaches en la frontera norte, a los yaquis y mayos en Sonora y Sinaloa y a los mayas de Yucatán; y capturo y castigo a los bandoleros que asolaban los caminos.
La mano dura de Díaz no dejaba lugar a dudas: cualquier rebelión, sin importar la causa, por pequeño que fuese el bando rebelde, era castigada severamente. Esta política, cuyo mejor ejemplo fue la llamada masacre de Veracruz en 1879, tenía como justificación lograr la estabilidad política del gobierno.
A pesar de los avances que en materia económica lograron los gobiernos de la República Restaurada, en 1877 persistía la inestabilidad financiera y fiscal, el endeudamiento externo y el estancamiento económico en la agricultura, la minería y la industria.
El mundo había entrado a una nueva fase que conocemos como imperialista, la cual se caracterizó por la concentración de la producción y del capital para la creación de monopolios, por la formación de asociaciones capitalistas internacionales, y por el reparto de territorios entre las grandes potencias. Europa había entrado en un periodo de relativa paz, después de la guerra franco-prusiana, y se había dividido en dos grandes bloques: por un lado la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y por el otro la Triple Entente, formada por Inglaterra, Francia y Rusia. Las naciones europeas entraron en un proceso rápido de industrialización y el mismo sucedió con Estados Unidos de América y Japón.
Estas naciones comenzaron entonces a imponer su hegemonía política y económica sobre los países menos desarrollados industrialmente. África fue casi por completo colonizada por Alemania, Bélgica, Italia, España y Portugal; y lo mismo paso con Asia cuyos territorios fueron repartidos entre Rusia, Holanda, Gran Bretaña y Francia.
Comercio las potencias mundiales de la etapa del porfiriato habían llegado a una nueva etapa del capitalismo: el imperialismo . La llamada segunda revolución industrial generó un aumento importante en la siderurgia, los transportes y la electrificación, haciendo más agudas las necesidades de materias primas industriales, alimentos, carbón y petróleo, mercados para los nuevos y numerosos productos, así como la salida para los fuertes capitales. Eso condujo a una nueva división internacional del trabajo.el desarrollo de las exportaciones mexicanas y el de un mercado interno mexicano estuvieron ligados estrechamente. Conforme crecían las exportaciones, aumentaba la demanda de los productos. En la minería por ejemplo, la demanda externa fue el factor determinante para su crecimiento y modernización; así como la demanda extranjera estimuló la inversión para producir algunos artículos agrícolas.
La actividad es adecuada,pero falto que relacionara los contendidos del texto de apoyo con la película Rebelin de los Colgados.
ResponderEliminarRealice las correcciones necesarias.
Falto que sibiera la actividad de enamorada.